Se equilibra el sistema nervioso y glandular, se estimula la circulación. Se reducen las tensiones facilitando la autosanación y autorejuvenecimiento.
Cuando permitimos que el masaje sonoro fluya en los sentidos, principalmente por la piel, estamos abriendo espacio al bienestar físico, mental, emocional y espiritual. El sonido es una forma de despertar la conciencia adquiriendo una mayor y mejor receptividad alcanzando un estado de paz y tranquilidad. Los cuencos tibetanos, los gongs, el shrutibox, la boxtampura y el monocordio son instrumentos totalmente terapéuticos. Dejarte llenar e invadir por estos sonidos son los mejores y más nobles terapias para el descanso de la mente. Incluso para las personas que padecen de tinitus pueden ser tocadas por la vibración sonora para su mejora física.
Cada vez hay más estudios que incluso las personas con trastornos psicológicos y aquellas en rehabilitación a sustancias adictivas han encontrado en esta terapia una mejora significativa. Solo se requiere estar abierto y dispuesto a que la vibración sonora haga su trabajo, ya que es una forma de energía que traspasa y llega a nivel celular.
Terapia apta para, niños, jóvenes y adultos.